Los Dominicales del Libre pensamiento, 6 de Enero de 1884. La Ciencia y la Biblia, por Odón de Buen
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La lucha entre animales tiene por principal móvil la alimentación: lucha el herbívoro con el carnívoro y opone su extraordinaria reproducción, su ligereza, a las garras del enemigo. ! Qué fin hubieran tenido los conejos y los ratones si no se reprodujeran en tan grande escala, sino estuvieran dotados de potentes medios locomotores. Para escapar del incansable apetito del enemigo disponen los animales de lo que se ha denominado mimetismo, sería largo de si me propusiera relatar los maravillosos efectos de esta adaptación, los infinitos casos en los que las mariposas adoptan el color de las flores sobre las que viven, la forma especial que tienen ciertos Fasmidos, tan semejante a la de un arbol que es dificil distinguirlos de estas si no verifican algun movimiento; y es inutil que me detenga citando ejemplos, porque ¿quién no ha visto y observado lo facilmente que ciertos pájaros (trigueros, calandrias, etc) escapan a la vista del hombre, favorecidas por su coloración análoga a la del terreno en el que viven ? ¿Quién no ha visto en los saltamontes tomar distintos colores en una misma especie, en armonia con el del terreno?
Aparte del mimetismo, de la grande reproducción, de tener recubierta la epidermis con espinas y de otras mil causas, influye en el triunfo de los animales la asociación, la inteligencia que es resultado de esta. Patentes están las maravillosas colonias de hormigas y abejas, si no bastaran otras especies exoticas nos dan preciosos ejemplos.
Por eso el hombres, en que sus cerebrales funciones le dan poderosos elementos, en que la asociacion constituye general caracter, la lucha tomas aspectos multiples, aspectos tan numerosos que es imposible conocerlos todos. Sin fijarse en el hombre salvaje, sujeto a las inclemencias de tropicales climas, fijándome tan solo en el habitante de Europa y América, ¿a cuantas eventualidades no esta sujeto?, ¿Con cuantas influencias no lucha constamente?, variaciones bruscas de temperatura por un lado, microscopicos seres por ottro el trabajo intelectual inventando para hacer más fácil la vida y el progreso, imponiendo mas trabao para vivir; todo en continuo y admirable combate, todo obedeciendo a esa inmutable ley que felizmente denomino Darwin “lucha por la existencia”, ley que está en la conciencia de todos, porque no puede darse un solo paso en la vida sin tropezar con ella.
Y en esta lucha continua, se impone siempre el mas fuerte, el mas selecto, el que une en si mayor cumulo de ventajosas condiciones, y en esta selección natural encontremos la base del progreso.
Adquiere un animal o una planta condición favorable, y vence y domina el territorio y transmite por herencia tal condicion a sus desendientes, que al adquirir otras nuevas van poco a poco alejándose del tipo primitivo. Si el animal o la planta en su emigración se asocian a otros de su reino, esta asociación les crea nuevos deberes, mayor cantidad de trabajo que al distribuirse convenientemente entre los asociados, es el origen de la perfección funcional, de la perfección orgánica por tanto, y por ende es el orgigen del progeso específico, del progreso social.