A pesar de ser zufariense y de haber cursado toda mi educación primaria en el Colegio Público Odón de Buen, nunca tuve conocimiento de la persona a la que representaba el busto que, quieta y majestuosamente, observaba el frenético ir y venir de los estudiantes por los pasillo.

Hace unos meses, tuve fortuna de poder entrar a formar parte de esta ilusionante aventura llamada Centro de Estudios Odón de Buen, y poco a poco ir descubriendo la vida y obra de este genio nacido en nuestra Zuera. Sólo cuando te sumerges en el ” Universo Odoniano”, tal y como lo define Javier Puyuelo, uno de los grandes artífices de esta aventura, empiezas a tomar conciencia de la inmensa magnitud del fundador de la Oceanografía en España.

Este ” Universo Odoniano” abarca ciencia, docencia y política. Y en todos y cada uno de los campos por los que pasó, dejó su sello e impronta personal.Trabajo, seriedad, constancia, responsabilidad, dedicación, pasión, son sólo algunos de los adjetivos que pueden ponerse a su obra. De ello tenemos sobrado conocimiento tanto por sus hechos como por el testimonio de todos aquellos que tuvieron la suerte de compartir tiempo y espacio con Odón.

Fruto de este buen hacer es que su obra siga en pie años después, y que muchos de sus legados y postulados sean todavía de “rabiosa” actualidad. El Centro de Estudios Odón de Buen, con el mismo tesón y entusiasmo que en su nacimiento hace 4 años, seguirá luchando porque la obra de Odón de Buen y del Cos perdure y cale en la memoria de las sucesivas generaciones.

J.Gonzalvo