Odón de Buen y Jorge Luna
Jorge Luna tuvo entre sus pupilos al genial oceanógrafo Odón de Buen. Tal y como muestra en sus memorias el zufariense, aun pasados los años, guardaba gran cariño y respeto. No obstante en sus escritos se refiere a su antiguo maestro como “Don Jorge, alma de la instrucción y de la educación del pueblo”.
Este maestro estuvo ejerciendo su cargo en Zuera durante 40 años. Tal fue la impronta que el docente dejó en la localidad y en sus habitantes, que el Ayuntamiento de Zuera decidió dar el nombre de ” Jorge Luna” a una de sus calles. Además el consistorio municipal costeó el traslado de los restos mortales de Jorge Luna, fallecidos unos años antes, desde el cementerio de Zaragoza hasta el de la localidad zufariense.
A éste acontecimiento acudió Odón de Buen, discípulo ilustre de Jorge Luna. El oceanógrafo acompaño a las autoridades en el acto de acogida de los restos mortales del docente, además de pronunciar un discurso en la velada que se realizó en honor de Luna.
De esta manera lo cuenta la edición de ” El Imparcial” del 23 de septiembre de 1921:
“EL pueblo de Zuera ha dedicado un homenaje al maestro D. Jorge Luna, fallecido hace años, y que ejerció el magisterio durante cuarenta años.
Los restos mortales del venerable profesor fueron trasladados desde el cementerio de Zaragoza al de Zuera, esperándolos las autoridades locales con el catedrático D. Odón de Buen, que fue discípulo de Luna.
Después de cantar un responso el coro de niños de las escuelas, se depositaron los restos en la sepultura costeada por el Ayuntamiento.
Luego se descubrió una lápida dando el nombre del maestro a una de las calles del pueblo.
Por último, se celebro una velada en honor de D. Jorge Luna, en la que pronunció el señor de Buen un notable discurso enalteciendo la memoria del homenajeado”.
Se da la increíble ( o no tanto) casualidad de que el Grupo Escolar Odón de Buen, que fue inaugurado 8 años más tarde, está situado en la Calle Jorge Luna. El nombre del maestro y el alumno unidos para siempre.